El Blog de John Constantine

Impresiones de un bastardo profesional.

Wednesday, December 12, 2007

Tan raro

La mayoría, por no decir la práctica totalidad de las personas, derraman lágrimas cuando está tristes.

En cambio, a mi, ultimamente, cuando salgo a la calle de noche y tanto el frío como las luces de la ciudad hacen lagrimear un poco mis ojos, me invade una tristeza tan leve como una brisa de verano, pero tristeza, al fin y al cabo.

Siempre al final del atardecer, o cuando ya es de noche cerrada. Siempre cuando hace frío. Siempre con las luces de la ciudad deslumbrando lo justo para humedecer los ojos.

Me intriga más ese velo de tristeza que las lágrimas. Estoy completamente seguro de que son un efecto del frío y las luces.

Completamente. Sin ninguna duda.

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La conjura de los bastardos

Lo de la situación socioeconómica -y en parte, la política- de España empieza a recordarle a uno a las mas pesimistas obras de la ciencia ficción. Matrix y Blade Runner incluídas.

Más que nada, porque uno observa impotente, pesimista y resignado como una situación económica que apunta al desastre más absoluto es obviada vergonzosamente por clase política, periodística y demás.

Que conste que uno no ejerce de profeta ni gurú. Muchos lo vieron, y lo ven, venir.

Incluso hay medios medianamente independientes que llevan tiempo avisando de lo que se nos viene, dia sí y día también.

Entre tanto la mayor parte de la población vive inmersa en una constante orgía consumista, de los gastos de las vacaciones de verano a la Navidad, la cuesta de Enero, Semana Santa y tiro por que me toca. Los BMW y Cayenne pueblan las carreteras, viva mi nueva tele de plasma, y la tarjeta de crédito parece un pozo sin fondo. En todos los sentidos.

Mientras haya fútbol , "tomate" y Gran hermano en la TV la peña permanecerá con ojos de lechuza hipnotizada sin reaccionar.

Servidor, que tiene memoria, recuerda perfectamente como en el 92, se oficializó la crisis económica justo un día después de que terminaran la Expo y las Olimpiadas. Ni un minuto antes, para no perturbar la fanfarria y explendor de ambos acontecimientos.

En el caso que nos ocupa, uno da menos de un més después del término de las elecciones para la "oficialización" del crunch inmobiliario-socioeconómico.

Para quien no quiera -mal hecho- leer a Marc Vidal o similares, una explicación muy sencilla, de economista de pandereta, que es lo que es uno. Al igual que Zapatero. Cada vez se venden -y se venderán- menos casas. Más gente de la construcción al paro. Menos consumo. La única solución para reactivar la economía, bajar los tipos. Imposible dada la evolución actual del IPC -rozando el escándalo-. Si el Banco Central Europeo no ha bajado los tipos aún con la presión brutal de Sarkozy, es por que es imposible hacerlo. Comparen esta explicación de economista aficionado con las de nuestro excelso presidente y hagan una extimación realista de cuá es más probable.

De todos modos, vox populi, vox dei. Si la inmensa mayoría de la población quiere inmolarse en una "grand bouffe" de proporciones siderales, con su hipoteca se lo coma.

Pero, por favor, de ahí a presentar a Solbes como "El viejo profesor" de la economía española, como han hecho en la SER Javier Ruiz y su pandilla de maquilladores y guionistas de la realidad, ya media un abismo.

Que uno sepa, de "viejo profesor" en la economía española sólo pueden -podían- presumir Fuentes Quintana y José Barea. Gente, que para bien y para mal, decían siempre lo que pensaban. Fuera social o políticamente inoportuno.

Pero, hasta ahora, el Señor Solbes de lo único que puede presumir es de seguir a rajatabla la ortodoxia económica. Ni más ni menos. Su categoría es o debería ser, la de oscuro funcionario.

La marcha de la economía española en los últimos 4 años no ha sido responsabilidad -o mérito- suyo, sino de los gases (fétidos, como el metano) expelidos por la burbuja inmobiliaria.

Porque en caso contrario, si atribuimos a Solbes dicho mérito, también habrá que atribuirle el de la escandalosa subida de los precios -nunca vista hasta ahora- o del alarmante repunte actual del paro. O de la situación del acceso a la vivienda. ¿No?

O a lo mejor es que Solbes sólo es responsable, para PRISA y su mainman económico, Javier Ruiz, de lo bueno. Lo malo de la economía es culpa de las hipotecas subprime y la situación internacional.Vamos, como siempre en PRISA. Que la culpa es de los yanquis. Faltaría Plus, Canal.

Todo el mundo parece haber olvidado que Solbes fue en aquellos románticos tiempos de la entrada del euro, comisario europeo de economía y el 2º de Wim Duisenberg. Un hombre que tuvo que admitir en su momento que se maquillaron los datos de IPC en la entrada del euro para no tener que actualizar los salarios.

Lo cual nos dice pura y simplemente que cuando haya que mentir y falsificar los datos, Solbes lo hará, sin ningún complejo, rubor y remordimiento.

Por que a un presidente del gobierno no se le ponen condiciones.

*Nota de la redacción: para que vean uds. la clase de profesional de que se trata Javier Ruiz, es alguien que, llamándose a sí mismo periodista, no tuvo empacho en acudir a la CNMV a denunciar al BBVA con el fin de posibilitar un acción de asalto de Moncloa -y sus afines- al banco de origen vasco.

Personalmente uno creía que los periodistas deben permanecer neutrales y no acuden a denunciar delitos, estafas, y cosas por el estilo. O al menos es la excusa que dan siempre que se quedan de brazos cruzados ante una atrocidad sin mover un dedo

La denuncia y posteriores informaciones en la SER de Ruiz fueron recompensadas posteriormente con la presentación de un informativo nacional.

De Madrid al cielo, oiga.


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Muerte de un hombre

Bueno, y ahora que han pasado un par de semanas del fallecimiento de Fernán Gómez, podemos hablar concierta frialdad del asunto y del finado. Que el peloteo y los panegíricos se les dan muy bien a otros.

En primer lugar, e innegable: Fernán Gómez era un genio, o un actor genial, como se quiera. Inapelable.

Pero eso no quiere decir que uno esté de acuerdo con muchas de sus actuaciones. No sé si por respeto, o más bien miedo a su figura, muchos de los directores no le dirigían como debían. De ahí que en la mayoría de sus últimos trabajos, no veíamos a su personaje sino a Fernán Gómez, y no al revés, que es lo que debiera haber sido.

Esto tampoco es para abrirse las venas: no tenemos mas que fijarnos en el cine USA, en el que los grandes actores (De Niro, Pacino, Jack Nicholson) imponen de manera arrolladora sus personalidades en sus actuaciones, imponiendo sus éstilos y, en el peor de los casos, sus tics, a sus directores.

La lástima es que en los escasísimos casos en que el director ha "sujetado" a F. Gómez éste ha demostrado la innegable variedad de recursos que poseía. Ahí está "En la ciudad sin límites", donde el actor no podía desplegar, debido a la enfermedad de su personaje, sus habituales registros, y ofrecía una interpretación pletórica de patetismo de un enfermo de Alzheimer acabado al final de sus días.

En fin, que es una lástima que la desidia o pereza de muchos directores haya mutilado la versatilidad del actor, cosa que en el caso de otros grandes de todos los tiempos (John Gielgud, por ejemplo, o más recientemente, Ian MacKellen) no ha ocurrido de manera tan ostentosa, tal vez por su personalidad menos atronadora.

Y en cuanto a lo personal, me ha molestado mucho la opinión de sus allegados intentando disculpar el mal genio, valga la redundacia, del difunto.

El que Gómez fuera un genio no es óbice para que no pudiera ser un gilipollas. Que a lo mejor tampoco lo era. O sí. Ni le impediría tener un humor de perros. Y viceversa. El ser una persona de muy diversa calidad humana no influye en su genio o potencia intelectual. Y ejemplos no voy a dar porque hay a millones.

Pero la izquierda -o la "progresía"- española, es incapaz de resistirse a la tentación de subir a un altar a sus iconos. Cosa que, nobleza obliga, no ocurre con artistas de orientación política inversa, caso de Umbral o Cela.

Pues no. Fernan Gómez, como dicen sus hagiógrafos, no era "antipático" con los tontos, como más o menos he oído decir a su viuda -de facto- y compañeros.

Si tan antipático hubiera sido con los tontos, sobraban en su funeral el 75% de los representantes de la clase política y las instituciones. Pongan Vds. los nombres que quieran. Como mínimo, y siendo bondadoso, sobraba Carmen Calvo de esa primerísima fila en el sepelio.

Si tan antipático hubiera sido con los tontos, hubiera rechazado homenajes oficiales e incluso su nombramiento en la RAE, donde estaría acompañado por personajes tan "reputados" intelectualmente como #$@@ del estilo de Ansón o Cebrián.

Uno recuerda perfectamente -vídeo obliga- el famoso episodio de "A la mierda"y no recuerda comportamientos similares de Fernán Gómez con políticos, autoridades o similares de los que no me cabe duda de su indigencia moral e intelectual. Fernan Gómez fue antipático con una amable persona que, educadamente, le pidió una firma de un libro suyo que acababa de comprar. Y aquí que no me cuenten cuentos como los de la valerosa actuación de Don Juan Carlos de Borbón y Dos Sicilias el 23-F. Esto no fué hace 30 años, sino mucho menos. Uno lo vió con sus ojitos

Vamos, que Fernan Gómez no era antipático con los tontos. Era un antipático con quien podía, no con quien debía.

Por no decir que la aceptación de homenajes oficiales choca mucho con la imagen de anarquista que, dicen sus próximos, tenía.

Un anarquista, pienso, no se viste de gala ni acude a ciertos actos con cierta gente.

En fín, con todos los pesares, descanse en paz, que por trabajo a lo largo de su vida lo mereció de sobra. Fernán Gómez, un hombre, nada más. Y nada menos.

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