El Blog de John Constantine

Impresiones de un bastardo profesional.

Wednesday, February 28, 2007

Una pregunta inquietante

A ver si alguien me puede contestar:

¿Por qué las noticias sobre suicidios se censuran sistemáticamente -con el fin, loable, de evitar el efecto mimético- y no se hace lo mismo con las noticias sobre violencia de genero?

¿A alguien se le ha ocurrido evaluar el impacto que la difusión de dichas noticias ha tenido en el aumento de víctimas? Las estadísticas son bastante frías, y desde que el tema se utiliza como cabecera por parte de ciertos medios, las cifras no han hecho más que aumentar.

Nada más lejos de la realidad, y de la estadística, que atribuirle a la difusión de los medios la causa de la sangría casi diaria que se produce en este tema. Pero puesto que la lógica perversa del "Post Hoc, Ergo Propter Hoc", se usa tantas veces en los medios de comunicación de masas, tengo curiosidad malvada por saber qué es lo que les frena de aplicarla en este ámbito.

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Tuesday, February 27, 2007

Más de lo mismo

Poco, o nada, que comentar sobre los Oscar. Informativamente hablando, es como la lotería de Navidad. Durante un fin de semana al año, los medios nos atosigan con toda clase de información previa que poco o nada importa. Al fin y al cabo, se trata de llenar unos informativos que, en caso contrario, tendrían que inventarse las noticias con que llenar su espacio. Aunque algunos prácticamente ya lo hacen.

Y en el terreno cinematográfico, sí, más de lo mismo. En cuanto a los actores, si en la pasada década se llevaron los premios a interpretaciones a disminuidos o enfermos - Rain Man, Forrest Gump,Mi pie izquierdo- ahora la moda parece ser la interpretación mimética de personajes históricos: Capote, Amin... A las que no se le puede negar mérito, pero que dejan a uno con ganas -inútiles y sin esperanza-de que se recompensen trabajos interpretativos más arriesgados. Pese a su liberalismo formal, la academia de Hollywood practica un conservadurismo en los premios que condena al ostracismo a muchos de los nuevos valores tanto en la interpretación como la dirección.

De lo de Scorsese... pues sin comentarios. Ya tiene su Oscar. Con una de sus películas menos arriesgadas y originales (las similitudes, más allá del guión, con "Infernal Affairs" han sobrepasado lo escandaloso, con copias de planos enteros incluídos), y después del desprecio que en su día se le hizo a obras maestras como "Taxi Driver", "Toro Salvaje" o "Uno de los nuestros". Pudo haber hecho como Paul Newman, que en una demostración de dignidad prefirió en su momento quedarse en casa. Pero lo deseaba demasiado. Lleva ya varios años vendido al "mainstream" y mendigando prácticamente un galardón que no le merece como ganador. Felicidades por él.

Y felicidades tambien a ciertos críticos fundamentalistas, autocomplacientes y egocéntricos, de cuyo nombre no quiero acordarme, y que en pleno ataque de forofismo han menospreciado el original Hongkonés frente al remake del "maestro" sin nisiquiera haberlo visto. Desconociendo, en su ridículo, que las mayores virtudes del film del italoamericano se encontraban ya en el original, y que la versión hurta algunos de los mayores aciertos de la obra asiática como su ambiguo final.

Viendo la labor de estos "expertos", dedicados en su mayor parte a la contemplación de su propio ombligo, que reciben espacio y sueldo de los medios tradicionales, y comparándola con el esfuerzo meritorio y desinteresado de blogeros como Refo, Spaulding, o la gente de Tu blog de cine, uno siente cienta verguenza ajena y comprende porqué desde hace ya tiempo se anuncia el fin del periodismo tradicional. Con ejemplares como este, está mas cerca que nunca.


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Cara y Cruz:

La cara: una serie como CSI, que con una simple pincelada en cada episodio nos dice más de los personajes de lo que otras son capaces de hacer en una temporada. Me encantó, ayer, la reacción de Catherine Willocks ante la boda de Warrick: "lo mejor de una fantasía es que se pueda hacer realidad. Y cuando se pierde la posibilidad, es un asco". Que levante la mano -como en el anuncio de Coca cola light- quien no haya estado en una situación semejante.

La Cruz: Anatomía de Grey, que intenta dar una apariencia de profundidad, con empalagosos discursos morales al final de cada episodio, a una serie cuyo único atractivo es quién se acuesta con quién. Para este viaje no hacen falta tantas alforjas, máxime cuando series mucho mas serias (valga la redundancia) prescinden de esta moralina barata.

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Wednesday, February 21, 2007

La figura del intelectual

Una de las costumbre más felices que tengo en Internet es la de ojear todos los días el blog de Justo Serna. En estos tiempos en que sujetos como FJL consigue grandes audiencias , aún entre la gente que le desprecia, gracias al griterio y el insulto, pues supongo que habrá mucha gente que la parecerá aburrido como sitio de discusión política y sociológica. Para mí, sin embargo, es un espacio donde puede uno acceder a análisis sosegados de la actualidad. Una actualidad que, todo hay que decirlo, me parece cada vez mas insoportable y nauseabunda.

No voy a negar que muchas de las veces se me escapa la profundidad de los razonamientos que el profesor Serna y sus contertulios, muchos de ellos catedráticos de Universidad, vierten en sus comentarios, muchos de ellos con referencias a pensadores cuya obra uno carece de la formación académica y, porqué no, de la inteligencia para comprender. Pero, tal vez por esa razón, uno se siente intrigado a investigar, siquiera de manera superficial y tosca, todo ese cúmulo de conocimientos que a uno se le escurren. Y es mérito innegable de J. Serna ya no el enseñar, sino el estimular el ansia de conocimiento, la duda, el pensamiento, aunque sea en individuos provenientes (¿o es provenientes) como yo de la Informática, tan alejados de la disciplina que el enseña.

Eso por no mentar otro terreno, que diferencia su blog del de un aficionado como el que esto escribe: la perfecta estructura de sus escritos. Escritos que no son una mera cascada de ideas vertidas en el teclado, sin excesivo orden ni concierto como éste que –espero- estáis leyendo. Ahí se nota , como debe notarse, la innegable pericia del investigador y docente, incomparable a la del mero aficionado de turno.

Pero yendo al grano, ayer hubo un artículo en el blog de J. Serna que me llevó a la reflexión, sobre la figura de Pierre Bordeaux, intelectual francés desconocido por estos lares para un servidor. Y más allá de los detalles coyunturales al país vecino, me hizo preguntarme por esa misma idea en este país. Por la figura del intelectual en España.

La pregunta se las tiene tiesas, por que primero habría que delimitar perfectamente el significado del termino. Y más a un nivel , digamos, “mediático” –odio la palabra-. O sea, que deberíamos buscar en este país una figura de prestigio indiscutido por ambas partes del espectro político (misión imposible) y de una cierta relevancia o eco social. Una especie de Humberto Eco, por poner un ejemplo fácil a la española. Y me temo que no lo hay.

Cuando uno se pone a pensar en la figura del intelectual en España, sí, le asaltan una serie de nombres míticos :Ortega y Gasset, Unamuno, Javier Marías... todos ellos ya fallecidos. Y no voy a negar que en este momento puedan existir voces con la suficiente talla moral e intelectual para, dentro de unos años, ser considerados como indiscutidos. Pero, fatalmente, y pese a la sobreabundancia de medios de comunicación de masas que tenemos –o padecemos- esas mismas voces carecen de un medio para expresar sus inquietudes.

Lo que se “lleva” en nuestro país, para que engañarnos, no es ya el intelectual “de salón” –que a un nivel estético podría tener cierta justificación- sino el intelectual de partido. Ni más ni menos. Causa cierta vergüenza ver como las columnas de opinión de los diarios, en algunos casos firmadas por autores del prestigio literario de Francisco Umbral, se someten al servilismo más vergonzante a favor de las tesis del diario de turno. Ni más ni menos. Así, uno no necesita siquiera asomarse a las primeras líneas de cualesquiera de las columnas que, en ABC, puedan firmar Juan Manuel de Prada o Carlos Herrera, por poner dos de los nombres más habituales, para saber la posición que adoptaran ante las pertinentes medidas del gobierno socialista. Y, por el lado contrario, produce cierta verguenza el indisimulado embeleso con el que un escritor del calibre de Juan José Millas puede enfrentarse a la figura de Zapatero, con una actitud más propia de una adolescente ante un cantante de éxito que la de un intelectual de mirada crítica ante el poder.

Paradigmático es el caso de Fernando Sabater, una de las filósofos mas prestigiosos de nuestro país y que, manteniendo una actitud primero valiente, y luego de cordura, ante el tema del terrorismo y más tarde de la negociación, ha visto como su figura ha sido zarandeada tanto por parte de los medios considerados progresistas como por parte de los más conservadores, según su postura se acomodara más o menos a las doctrinas “oficiales” del gobierno y el partido mayoritario de la oposición.

Tal vez la distancia termine suavizando la mirada y, dentro de unos años, podamos contemplar con cierta indulgencia la situación actual de esta nuestra piel de toro. Pero, mientras tanto, la independencia parece haber desaparecido por completo del panorama intelectual español. Y no parece que la situación vaya a cambiar en un futuro nada próximo.

Monday, February 19, 2007

Tempus fugit.

Pues sí, vale, está bien, lo reconozco. No posteo nada, pero... Es que para comentar sobre cine ya están REFO o el Sr Spaulding (y su sidekick Lazenby). De TV, ahí está cajatonta con sus acertadísimos y envenenados analísis sobre la caja cada vez más idiota. De comics, ya ni te digo...
Y maldita sea, no me entero de como pasa el tiempo. Juraría que anoche mismo estaba con mi amigo Oscar tomando un par de tranquilas copas en Nochevieja, y cuando hoy me he despertado ya ha pasado más de un mes y medio.Esto siempre me recuerda el inicio de un anuncio de cerveza de hace cierto tiempo, que escenificaba la rutina del prota:casa-trabajo, trabajo-casa, comer, casa-trabajo, trabajo-casa, cenar y dormir. Y vuelta a empezar.


Y no es que a nivel personal, alrededor de uno, no haya cambios. La gente se casa, se muda, se separa, etc. Pero me envuelve un cierta sensación de inevitable tranquilidad ¿o es de tranquila inevitabilidad?. Si, la gente se casa. Como corresponde, después de unos años de noviazgo -¿y porqué no a los 3 meses, pregunto yo?-. La gente se separa, si... y se reconcilia a los pocos meses (Si, O., ya sé que tu no... o todavía no ¿!!?). La gente sigue soltera, como corresponde, pues porque ciertas edades no puedes, ya sea por pereza o por cobardía, cambiar ciertos aspectos de tu carácter.


Para los que no estén muy duchos en mitología, pues decirles que Sísifo era, en la Grecia Antigua, cierto rey que fue condenado a empujar una piedra enorme cuesta arriba por una ladera empinada, pero antes de que alcanzase la cima de la colina la piedra siempre rodaba hacia abajo, y Sísifo tenía que empezar de nuevo desde el principio. Y la sensación es que lo veo por todas partes incluído en uno mismo. Todo el mundo haciendo girar la rueda, como si la vida fuera una continua huida hacia adelante, sin más propósito que el de la propia huida.


Y si, bueno, supongo que, como muchos de mis amigos, habrá quien piense que yo lo que necesito es echarme una novia. Pero yo no lo tengo tan claro...