El Blog de John Constantine

Impresiones de un bastardo profesional.

Monday, March 06, 2006


De vuelta a la ciudad del vicio
Más allá de los índices de audiencia y de las preferencias de los aficionados, si hay una serie que supo encarnar, tanto en el fondo como en la forma, todos los excesos de los años 80, fue Miami Vice. En lo estético, por su descarado look MTV, su condición de escaparate de tendencias en múltiples campos como la moda, arquitectura... Pero también sus argumentos sirvieron para reflejar la irrefrenable ansia por el placer, la imagen y el dinero que las Reaganomics desarrollaron en los USA por aquellos años.

Así, en contraposición a Hill Street Blues (la otra gran serie negra TV de los 80), que mostraba la desesperación urbana a la que se enfrentaban los cuerpos de policía en las grandes ciudades industriales, Miami Vice utilizaba todo un arsenal de efectismos para denunciar , a su propia manera, el enorme vació del hedonismo imperante en la era "yuppie".

Pero, aparte de su mayor o menor potencia como reflejo social y/o coyuntural, una de las características que , personalmente, más se me ha quedado grabada es la actitud profundamente pesimista, rollando el nihilismo, que reflejaban muchos de sus episodios. Dejando de lado el lado policial del argumento (la eterna persecución policia-criminal), casi todos los capítulos terminaban con algún matiz amargo, desesperanzador o incluso trágico, hasta el punto de que la serie ha sido considerada por buena parte del "fandom" como perteneciente al "neo-noir". Y como prueba de ello, la casi siempre fugaz pero impactante presencia del inolvidable Teniente Castillo, un insuperable Edward James Olmos, en un papel desprovisto totalmente de cualquier sentido del humor.

La trayectoria de Michael Mann, uno de los dos productores ejecutivos de la serie (junto a Anthony Yerkovich, encargado de la parte más artística), que se ha convertido en uno de los directores más respetados de Hollywood, no parecía presagiar precisamente la adaptación de la serie al cine. Y aunque la fiebre de las adaptaciones de series de TV al cine está muy lejos de remitir, los lamentables resultados artísticos de la mayoría de ellas no parecían ser precisamente un aliciente para un director como Mann, que si bien maneja perfectamente los recursos del cine de acción, ha demostrado ser muy poco acomodaticio con los gustos del gran público en los guiones que ha manejado.

No tenemos más que remontarnos a historias como las de "El último mohicano"o "Heat" para comprobar la extrema seriedad con que Mann ha tocado casi todos los temas que ha abordado, prescindiendo de enfoques mucho más taquilleros. Es muy probable que el relativo fracaso de "The insider", su film más pausado e introspectivo, haya convencido a Mann de retomar su antigua y exitosa creación. Pero muy lejos de un teórico "revival" de la serie de los 80, el director ha decidido , manteniendo ciertas premisas del show, acercar la acción a la que tal vez sea una de las constantes de su experiencia cinematográfica: la descripción del enfrentamiento entre profesionales a uno y otro lado de la ley.

"Miami Vice" ya no va a ser, pues, un muestrario de la sociedad de una urbe, o de su tiempo, sino que Mann la ha convertido, como ya hizo en "Heat", en un muestrario más o menos aséptico de los métodos del cuerpo de policía. De ahí también el sorprendente físico que las primeras imágenes nos han mostrado de Colin Farrell, el actor elegido para dar vida al inolvidable Sony Crockett, en una caracterización totalmente exenta de glamour, y que ha levantado las iras de no pocos aficionados.

Sin embargo, y pasada la primera sorpresa, no cabe duda de que el aspecto del actor irlandés es mucho más realista y adecuado a lo que se espera de un agente de narcóticos infiltrado. Y si no, basta con remontarnos a interpretaciones como la de Al Pacino en "Serpico" o la del propio Mark Ruffalo en "Collateral", en la que lucía un "look" muy similar al de Farell. Y tampoco hay que olvidar que, por lo visto hasta ahora, la película tiene todo el aspecto de ir a centrarse mucho más en el personaje de Ricardo Tubbs (Jamie Foxx), sin duda debido a la muy superior cotización de éste en el mercado de Hollywood.

La apuesta de Mann es arriesgada, tal vez demasiado para un director de sus características; el presupuesto de la película se ha disparado debido a sús múltiples (y exóticas localizaciones) y la fecha del estreno, en verano del presente año, le va a poner en competición con un buen número de blockbusters veraniegos. Y por lo visto, del éxito de la película dependerá también buena parte del thriller de la próxima temporada. Puede ser el comienzo de una nueva etapa mucho más seria de lo que hasta ahora se ha visto... o la tumba del mismo, en favor de corrientes mucho más "cool" y superficiales, como lo ha sido el género negro desde que Quentin Tarantino impusiera su ley en el mismo.

3 Comments:

Blogger LazyGirl said...

Me han estropeado la serie...

No pienso ir a ver esa peli!

Buahhhhhh!!!

11:09 AM  
Blogger John Constantine said...

Pues ya pondré un enlace al trailer y verás lo que te pierdes. Por que tiene muyyy buena pinta.

11:11 PM  
Blogger LazyGirl said...

Jooo. Das miedo con eso de que tiene muuuuy buena pinta. Teniendo en cuenta las pelis que por ahora nos has dicho que te gustan son reflejos de una sociedad horrible y sordida, pobladas de personajes sin salida hundidos en las cienagas de la corrupcion y la amoralidad...

Ahora tengo aun menos ganas! jajaaa

Si, ya se lo que me vas a decir. Que despues de todo por algo se llamaba Corrupcion en Miami... Pero no se si es por que yo era todabía muy cria, o por que mi memoria ha seleccionado solo las cosas amables para recordar, el caso es que solo guardo recuerdos de coches bonitos, mansiones lujosas, trajes de moda (ahora son horribles, pero jo, como molaba Sony Crocquet con esa americana blanca...)y mujeres hermosas. No quiero que me quiten eso para enseñarme el verdadero mundo del hampa de Miami. Ya se que es horrible! no tengo mas que ver telediarios! no voy al cine para eso...

5:11 AM  

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