My way.

Los asiduos a este blog ya saben que no me gusta demasiado hablar de mi. Hay cosas más divertidas que hacer, por ejemplo leer las páginas amarillas. Pero, lentamente, le pasan a uno cosas.

Por ejemplo enterarme de que se casa alguna conocida. Más bien compañeras de trabajo. Y como decía en este post, pues que aunque en absoluto existía ninguna posibilidad, "da cosa" saber que la lista de potenciales se va estrechando.

Aunque bueno, esto tampoco me preocupa demasiado, porque:

1. Si una chica no me gusta de verdad, paso olímpicamente en ese sentido de ella. Aunque los dos sólo buscaramos divertirnos. Uno nunca sabe que sentimientos puede desarrollar otra persona. Y odio herir los sentimientos de los demás. Bueno, odio herirlos por accidente.
2. Descarto automáticamente a las que tienen novio o están casadas. No soy celoso, simplemente es que si es posible que alguien abandonara a su pareja por mí, nada me dice que no fuera a hacer lo mismo conmigo.
3. Del aproximadamente 1% restante, se que si una mujer me gusta no se lo diré. En absoluto voy a contribuir a aumentar su ego. O a que sepa que tiene ascendiente sobre mí. Ni en sueños. Ni voy a darle la oportunidad de que me diga que no. Así que no voy a preguntar si le apetece tomar café, o ir al cine, al teatro, y menos tomar una copa. Y de "pedirle salir", ya ni hablamos. No me gusta pedir cosas, ni siquiera la hora. Y menos me gusta aún que me nieguen algo que me he rebajado a pedir. O sea que a olvidarse de ello.

Con lo cual todos los casos posibles están cubiertos y no tengo porque preocuparme. Bueno, está el improbable caso de que alguien me guste y más o menos me lo haga saber. Como, dado el carácter de las chicas - y con el permiso de LazyGirl voy usar este revelador post para ilustrarl el mismo- no lo va a hacer directamente sino con evasivas y jamás lo dirá directamente, pensaré que son imaginaciones mías y me estoy "rayando" . Y me iré al caso c)

Simple y fácil, ¿no?