Bienvenidos al club de los corazones rotosEste fin de semana he podido ver, a través de las experiencias de alguno de mis amigos, que lo de encontrar pareja, y más a ciertas edades,sigue siendo igual de "fácil" que casi siempre. O sea, Mission:Impossible. O casi.
Tambien compruebo que esta dificultad muchas veces alarga innecesariamente, y de manera incluso dolorosa, relaciones a las que debería ponerse fin. Al menos, por el bien de alguno de sus integrantes, cuando no de ambos. Pero parece que el miedo -o pánico- a no poder encontrar otra persona motiva que la gente aguante el tipo en situaciones insostenibles que se sostienen a veces durante años.
Y veo como la falta de sinceridad es una plaga que no sólo afecta a las relaciones, sino a los proyectos de éstas. Cómo dos personas que, en principio estan juntas por que se aman o desean, tratan a su pareja de una manera que uno sólo se imagina dirigir a a personas por las que no se siente ninguna estima.
Compruebo, para mi pesar, el enorme riesgo emocional que supone ser el mejor amigo/a de alguien de sexo contrario al tuyo. Porque, indefectiblemente, una de las dos personas va a desarrollar sentimientos más fuertes que los de la otra persona. Y si además, la otra persona posee novio -voy a ser malo y personalizar los géneros-, el suicidio afectivo está garantizado.Cuando no la posibilidad de que la otra persona, conscientemente o no, manipule tus sentimientos y juegue con ellos como si de una pelota de frontón se tratase.
Lo que mas miedo, o gracia, me da de todo es que todo esto parece confirmar tres o cuatro teorías personales mías sobre las relaciones con las chicas - algunas de ellas bastante groseras- que he usado medio en broma, medio en serio para justificar durante los últimos años mi soltería.Teorías personales que, para mi asombro, muchos de mis conocidos empiezan a aceptar rotundamente, cuando yo era el primero en no tomarlas demasiado en serio.
Y lo de "a través de las experiencias de alguno de mis amigos" no es una excusa para enmascarar mis propias experiencias. Hace ya casi más de 6 años que, después de varios infructuosos intentos seguidos, abandoné la búsqueda de pareja. Nunca he tenido claro si lo hice por cansancio, por miedo (al rechazo), por orgullo (herido)... El caso es que, no se si por fortuna o por desgracia, 6 años después, estoy completamente vacunado.
Y, pese a que me siguen gustando muchísimo las mujeres, ando con pies de plomo en mis relaciones con ellas y procuro jamás pasar de una agradable confianza, sin dar pié a ningún tipo de sentimiento más profundo. Y soy completamente consciente de que, en el camino, he dejado pasar oportunidades estupendas de conocer a fondo a mujeres interesantísimas. Pero, por desgracia,y sopesando los riesgos... no me arrepiento en absoluto.
A mis 34 años disfruto de una , para mi sorpresa, envidiada por muchos libertad. Si a eso le sumamos una casa pequeña pero acogedora, coche, trabajo, etc, la verdad es que , cuando soy lo suficientemente inteligente para apreciarlo, me dan ganas de pegarma cabezazos contra la pared de la suerte que tengo. Y, curiosamente, no echo de menos alguien a mi lado que comparta toda esa felicidad que a ratos siento.
Supongo que con la edad te vuelves mas egoísta.